ALGUNOS TEXTOS

Pintura desenmascarada

 

José Bergamín

 

    […] Para nosotros este querido y admirado José Caballero, tan andaluz, nos muestra en el proceso vivo de su pintura, en cada uno de sus lienzos sucesivos –presentes siempre- , este dramático momento de crisis de la pintura; este agónico instante crepuscular que todavía no sabemos si expresa un ocaso o una aurora. Sus lienzos nos inquietan vivamente. Halagan nuestra sensibilidad con la finura de su trazo y la delicadeza de matices n el color que los armoniza. Salta a los ojos esta pintura –vivaz siempre- con aparente nerviosidad y destreza de luminosa caza fugitiva. “Forma del huir” que como el poeta Juan Ramón Jiménez –su paisano- puede llegar a parecernos huida de la forma.

 

También en José Caballero advertimos una especie de enamoramiento del color –como si en su máscara pudiera expresarse la luz viva- que le hace rechazar o aparentemente desdecirse de su extraordinario don de dibujante. La línea le parece fácil a este banderillero de la pintura sin darse cuenta que esa facilidad banderillera (sigo la metáfora) es testimonio vivo del toreo, digo de la pintura misma. De en toreo, de una pintura que parece lo que es porque parece que lo es, como dijo Cervantes. Tambien observamos que cuando José Caballero traza un escenario teatral, al inventar sus formas de decoración, de ornamento, está realizando sencillamente una escultura y arquitectura admirables.

 

Revista Índice, Madrid, núm. 160, abril de 1962,  p. 17. Reproducido en Diario El Nacional, Caracas, 12 de agosto de 1962,  p. 4 y en el texto del catalogo de la exposición individual del artista en la Sala  Luzán de Zaragoza, 1973.

 

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